lunes, 24 de febrero de 2020

DUEÑO ALQUILA parte 1 , relato.


Esta historia es ficticia y cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia. Esta historia describe actos de intimidad física entre hombres adultos y adolescentes, algunos de los cuales están relacionados entre sí. Si este contenido le resulta desagradable o ilegal para su consumo, deje de leer ahora. Gracias a todos los lectores que continúan dándome retroalimentación y aliento. Aprecio la pasión que muchos de ustedes sienten por esta historia. Tus comentarios me motivan a seguir escribiendo. ¡Gracias!





En el 2011 me encontraba en la búsqueda de un alquiler de un departamento en la zona suburbana  de Buenos Aires, mis amigos me habían prometido avisarme si sabían de un alquiler con dueño directo pero parecía que pasaría todo el verano buscando un lugar, todos los alquileres disponibles que había visto estaban fuera de mi alcance, todos los días, en mis ratos libres ,salía a caminar bajo el sol caliente insistiendo en la búsqueda. Un día por la tarde veo un portón negro con rejas con un cartel improvisado que decía: " DUEÑO ALQUILA " me acerco y toco  timbre pero nadie responde ,vuelvo a insistir pero nada . Me pongo a espiar entre las rejas y me doy cuenta de que es un taller de automóviles. Podía ver autopartes colgando en la pared y un auto viejo que tenía el capó abierto con herramientas tiradas al costado, el olor a aceite de motor impregnaba el ambiente, era evidente que alguien, momentos antes estuvo trabajando en ese carromato, cansado de esperar anote la dirección para pasar en algún otro momento.
Horas más tarde voy a la casa de Diego, un amigo del barrio con quien me llevaba muy bien casi desde el principio de mi llegada a la ciudad, miramos una película y cenamos unas pizzas que habíamos comprado pues,ninguno tenía ganas de cocinar. Diego y yo nos habíamos conocido simplemente para tener sexo y pasarla bien, él era Alto, piel morena y delgado, me gustaba su sonrisa canchera, su mirada mansa y sobretodo me encantaba su compañía,su risa contagiosa que me hacía muy bien,  llegamos a un punto en nuestra relación de amistad en que dejamos de tener sexo porque simplemente éramos ya muy amigos. En realidad la decisión fue suya porque yo no tenía ningún problema con eso porque no soy tan estructurado y el sexo es sólo eso pero tenía que respetar a Diego ya que tampoco quería perder su amistad aunque él me permitía abrazarlo y darle besitos lo cual me dejaban muy caliente y en varias oportunidades él también se sintió tentado pero él tenía mucho más autocontrol que yo.  Yo pienso que si uno tiene ganas de coger no importa las etiquetas.
 Estábamos en la sobremesa y Diego me pregunta
-Martin, ¿cómo va con eso del alquiler?
-aún sigo buscando, los departamentos que he visto hasta ahora están fuera de mi presupuesto,  se vence pronto el contrato de alquiler.
- podrias renovar el alquiler en lugar de volver a mudarte.
-suena razonable pero necesito un cambio, desde que me separé de Hernán todo me recuerda a él y todo el mal que me ha hecho. Quiero volver a empezar de cero.
-te entiendo Martin,  nunca me imaginé que Hernán fuera tan tóxico y sobretodo mitómano, pobre tipo, se ha inventado una vida que no existía, una mentira tan grande no podría durar tanto tiempo. 
-pues duró dos años de mi vida, dos años creyendo en todo pero a mi nadie me vuelve a ver la cara. Voy a pasarla bien y nada serio , al menos no hasta que vuelva a estar bien conmigo mismo. 
Diego me abraza y consuela y yo amaba esos gestos tan tiernos de él.  
Bueno Diego,  me voy a casa a descansar,  mañana seguiré buscando departamento. 
-si querés podes quedarte a dormir. 
será mejor que no amigo, no querrás terminar violado. Le dije honestamente porque él sabía que yo soy muy calentón.
-sos terrible Martín.  Bueno te dejo ir a descansar . 
Voy caminando hasta el departamento que estaba a unas 10 cuadras. Ya eran las 10:30 pm así que me apuraba para no llegar tan tarde ya que el barrio se volvía turbio de noche.  Llego al portón y no encuentro mis llaves en mi morral, algo nervioso busco en los bolsillos hasta que la llave cae en el piso de cerámica y hace ruido,justo lo que trataba de evitar, ahora la perrita de Elsa,la dueña del departamento se ponía a ladrar como si yo fuera un ladrón,  En el pasillo la señora Elsa prende las luces y al verme cierra la puerta bruscamente, esa era otra de las razones por la que me quería mudar, esa señora sabía los chismes de todo el barrio y ya la había pillado espiando cuando yo llevaba amigos al departamento. Vieja de mierda,¿ no tiene otra cosa que hacer? Pensé.  En fin, llego a casa, me doy una ducha , me tiro a la cama y me doy cuenta de que estaba con una erección. Unas ganas de coger que me hacía perder el razonamiento, pensé en invitar a alguien para aliviar la tensión pero luego recuerdo el pasillo angosto, la perrita ladrando y Elsa espiando y entonces decido no llamar a nadie y me voy a dormir. 
A la mañana siguiente me despierto atontado, voy a mi trabajo algo fastidioso porque tenía la necesidad de mudarme ya. Mis compañeros notaban mi mal humor  y trataron de animarme, Juan Carlos me contó de las veces que se había mudado en los últimos años y Mercedes me decía que ya seguramente encontraría algo que de última me dejaba vivir con ella en el monoblock del barrio fonavi . La verdad yo estaba agradecido por su propuesta pero ya había compartido departamento antes y la convivencia saca siempre lo peor de uno y no quería arruinar mi amistad con ella. Cristian, el de mantenimiento escuchó lo que hablábamos y como él era de confianza me dijo que si yo quería él me podría averiguar de algún departamento. ¡Uff! Cristian era un joven de unos 25 años, siempre me parecía más joven, alto, un poco tímido y tierno pero pregunton.  Siempre le daba curiosidad hablar de cómo lo hacíamos los homosexuales, yo trataba de explicarle pero la verdad yo deseaba darle una clase práctica antes que tanta información teórica, a veces lo acompañaba al depósito y ese momento que estábamos solos me daban ganas de cerrar la puerta y comerle la boca pero por supuesto así no soy yo. Igualmente cada vez que estábamos solos había momentos de silencios incómodos y también tención sexual. Era muy obvio que Cristián quería experimentar pero yo tenía mucho miedo de meter la pata y de que luego todo el mundo se entere . Siempre traté dentro de lo posible de cuidar mi imagen. Si él supiera que mi celular yo tenía una galería llena de sus fotos tomadas de sorpresa en alguna ronda de mates o simplemente cuando andaba cerca mío. Me daba mucho morbo ir a mi casa y ver las fotos,  captar su sonrisa cautivadora, su mirada algo ingenua y sobretodo yo adoraba esas fotos en donde podía captar su paquete, sus glúteos marcados en su uniforme azul que me hacía simplemente volar la cabeza y la imaginación y me pasaba tiempo tocándome y recreando momentos en mi mente en cómo sería un encuentro íntimo con él. Eso lo hacía hasta eyacular y poder tener algo de relax por un rato .
En fin, salgo del trabajo y voy al departamento,  Abro el portón y la perra ladra ,cruzo el pasillo y veo a Elsa espiando a través de las cortinas. Lo triste que debe ser llegar a viejo y no tener otra actividad que espiar a la gente. Yo sabía que ella tenía hijos pero rara vez  la visitaban. Entre al departamento, me di una ducha y volví a la calle, esa tarde no tenía muchas ganas de caminar a buscar un departamento así que fui a las direcciones que yo había anotado y dando vueltas llegué de nuevo al portón negro con rejas con el cartel que decía "DUEÑO ALQUILA " me acerco y miro a través de las rejas y había un hombre trabajando,  decido y toco el timbre.
-¡YA VOY ! responde de inmediato. Mientras se limpia el aceite de motor con un trapo. 
El portón se abre y con cara un poco desconfiada me dice.
-buenas tardes, ¿ en qué puedo ayudarte? 
-Buenas tardes, soy Martín y hace días pasé por acá por el anuncio de alquiler y no había nadie. 
- ¿que tal? Soy Matias, seguramente pasaste y yo justo había salido. Pasa y hablamos Martín. 
Matias estaba todo lleno de aceite de motor,  una remera que dejaba ver sus fuertes brazos , de unos 35 años, un poco más alto que yo y de contextura delgada pero se notaba que iba al gym o hacia algún deporte.  Su cabello crespo y negro, todo en él me parecía atractivo. Nos sentamos en su taller por un momento, yo le conté que buscaba departamento y algunas cosas de mi vida. En un rato su cara que parecía en un principio algo serio y desconfiado cambió totalmente dejando a la vista una sonrisa amplia y pícara enmarcando con unos labios gruesos y morenos que me hacían perder por momentos la atención de la conversación.  Finalmente se levantó y me llevó a mostrar el departamento que estaba justo detrás de su taller. Era un monoambiente bastante amplio y por el precio estaba en lo que yo podía pagar así que sin perder más tiempo le dije que lo quería. Él me dijo que otras personas también le habían pedido pero tenían hijos y debido al peligro que significaba tener el taller adelante con niños era un riesgo así que decidió alquilarme a mi. Quedamos en vernos al otro día para arreglar la mudanza y nos despedimos con un fuerte apretón de manos y me fui directo al departamento.  Abro el portón y la perra no ladraba, no estaba por ninguna parte. Miro de reojo y las cortinas no se movían. Parecía que no había nadie en la casa de Elsa y extrañamente sin darme cuenta yo esperaba verla ahí espiando. Es la costumbre, pensé. 
Lo primero que hice al llegar fue prender el aire acondicionado y me recoste en la cama sólo para descansar un momento. Casi me duermo y me despierta ese olor a aceite de motor, me fijo en mi ropa y no tenía nada, me miró la mano y estaba manchada de aceite, las marcas de la mano de Matías se habían quedado en mi piel. En un momento pensé en lavarme pero algo en mi se despertó,  de repente tenía una erección, me huelo la mano , cierro los ojos y era como estar en el taller con Matias, mi mente empezó a imaginar todo tipo de situaciones sexuales, me meto la mano por debajo de mi pantalón y toco mi verga que estaba dura como una piedra otra vez . Solo pienso en Matías, su cuerpo, su aroma, su sonrisa hasta que con suspiros frenéticos y rítmico dejo salir de  toda mi leche que caía espesa y blanca sobre mi abdomen. Quedo pensando, me Quito la ropa y lo pongo en el lavarropas, me doy una ducha y duermo una merecida siesta. 
Por la tarde me dirijo a la casa de mi amigo Diego, yo tenía la mala costumbre de ir sin avisar y justo antes de llegar veo salir de su casa a un muchacho y se me heló la sangre,  sentí una puntada en el estómago , yo sabía que éramos sólo amigos pero de igual manera tenía que admitir que me ponía celoso, me hervía la sangre pero ni yo sabía lo que quería. Al tocar la puerta Diego me recibe con una sonrisa como siempre tan cálido. 
-Martín, ¿ qué te pasa? Estás pálido. 
- no sé,  debe ser el calor, me bajó la presión o algo. 
Eso no era verdad pero algo tenía que decirle, me sentía tan egoísta por quererlo sólo para mí, él tenía derecho de hacer lo que quisiera con su vida. Otro asunto más para trabajar con mi psicóloga.
-Pasa sentate boludo. Te voy a traer algo fresco. ¿Cómo vas a andar con ese calor sin una gorra ?
Diego me trae un vaso de Sprite bien frío porque me decía que tenía electrolitos y me ayudaría.  Se sentó a mi lado en el sofá y yo me recosté en su hombro mientras él me acariciaba la cabeza y me daba cariño. A mi eso me encantaba y hasta me dormí por un instante.
Por momento se me venía a la cabeza de que quizás Diego era el hombre para mi vida y que yo estaba dejando escapar.  Era el único que siempre estaba con todos mis dramas , me soportó cuando yo lloraba por el tóxico de mi ex . Yo sentía que él me quería pero supongo que como sabía que yo aún no tenía claro lo que  iba a hacer con mi vida él no quería correr ningún riesgo , aparte éramos muy amigos. lentamente levanto mi cabeza mirándolo y nuestros labios se encontraron. Diego corrió su cara como para evitarlo pero yo lo miré y él entendió que estaba todo bien.  Nos besamos tiernamente, su lengua recorría mi boca y ambos estábamos en armonía con lo que hacíamos. Yo metí mi mano debajo de sus shorts blanco y su verga estaba dura y totalmente húmeda, él mete su mano y trata de detenerme pero el deseo que nos unía era más fuerte, éramos amigos pero nos deseábamos con locura. Estábamos suspirando de calentura. En un momento Diego se saca la ropa y yo lo imitó.  Ambos desnudos en el sofá ya emergidos en placer ,ciegos por el deseo de nuestros cuerpos introduje mi miembro en su boca mientras con mi mano derecha le metía dedo en su ojete . Él no podía dejar de gemir y me encantaba. Una vez listo y sin dejarlo de besar meti todo mi miembro dentro suyo y eso fue mágico. Hacía mucho tiempo no sentía su piel con la mía, yo daba movimientos circulares y más rítmicos hasta que el me decía en voz temblorosa y casi llorando de placer que ya se venía y me Apure para acabar juntos ambos gimiendo de placer, yo me quedé dentro suyo con mi verga aún palpitante y nos abrazamos en silencio hasta que los latidos de nuestros corazones y nuestra respiración fueron 
calmándose hasta volver a un ritmo normal.  Días atrás nos habíamos prometido no mezclar sexo con amistad pero eso era algo que evidentemente no podíamos cumplir.  Al menos no por mucho tiempo. Hubo silencio, no habían palabras, nuestras manos juntas bien apretadas, yo sentía que estaba todo bien pero temía que Diego volviera a sentirse mal por lo que  habíamos hecho. Para mi sorpresa él me tomó de la mano y me invitó a darme una ducha con él y en la bañera seguimos con los besos y juegos sexuales. 

Esta historia continúa.  Si querés saber de la segunda  parte lee el próximo capítulo que será DUEÑO ALQUILA  parte 2. 
Recuerda que puedes dejar tus comentarios en la cajita.