viernes, 20 de septiembre de 2019

Santiago,el amigo de mi hermano y el peón(relato)



Esta historia es ficticia y cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia.  Esta historia describe actos de intimidad física entre hombres adultos y adolescentes, algunos de los cuales están relacionados entre sí.  Si este contenido le resulta desagradable o ilegal para su consumo, deje de leer ahora.  Gracias a todos los lectores que continúan dándome retroalimentación y aliento.  Aprecio la pasión que muchos de ustedes sienten por esta historia.  Tus comentarios me motivan a seguir escribiendo.  ¡Gracias!




martes, 10 de septiembre de 2019

Franco, sobrino del gerente y su chocolate (relato)



Esta historia es ficticia y cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia. Esta historia describe actos de intimidad física entre hombres adultos y adolescentes, algunos de los cuales están relacionados entre sí. Si este contenido le resulta desagradable o ilegal para su consumo, deje de leer ahora. Gracias a todos los lectores que continúan dándome retroalimentación y aliento. Aprecio la pasión que muchos de ustedes sienten por esta historia. Tus comentarios me motivan a seguir escribiendo. ¡Gracias!




En el año 2014  me encontraba trabajando como recepcionista en una empresa naviera Alemana que se dedica al transporte marítimo y es una de las empresas más importantes en dicho sector en Alemania. Yo me sentía muy orgulloso  de trabajar con esa compañía aunque así sólo fuera un simple recepcionista en una sucursal situada en la provincia de Buenos Aires Argentina. 
 mi trabajo consiste en atender teléfonos, pasar llamadas,tomar turnos, recepcionar a los hombres de negocios que venían de diferentes partes del mundo. 
El trabajo se tornaba más tranquilo pasado el mediodía Ya que la mayoría se iban a almorzar y se tomaban su tiempo de descanso. Yo era nuevo en la recepción así que de tanto en tanto venía un compañero explicarme ciertos asuntos.
En un momento Carla, la chica de seguridad ,se acerca y me abraza por detrás presionando sus senos grandes blandos y calientes que por alguna razón el contacto con mi cuerpo lograr una sensación de excitación lo cual no me sorprendía ya que yo vivía excitado.

-¿Sabías que sos el recepcionista más guapo que ha trabajado acá hace mucho tiempo? 

-Me dice susurrando al oído y pude sentir el calor que salía de su boca . Ella era una mujer alta, esbelta y piel canela , sus ojos negros y desafiantes, su  uniforme era un saco negro con unas faldas del mismo color que dejaban al desnudo sus piernas largas que la hacía ver muy aún más bella, llevaba su pelo atado com un rodete perfectamente redondo y brillante, una mujer fuerte y exuberante que ante su paso dejaba suspirando a los que por ahi pasaban. 
-muchas gracias Carla, vos también sos muy bella -dije algo nervioso acomodando la correspondencia 
no te preocupes Juan, ya me di cuenta y soy muy observadora, a vos te gustan los hombres, te estuve observando por las cámaras de seguridad y se puede ver perfectamente cómo miras a los muchachos cuando ingresan a las oficinas.

- humm me has pillado Carla pero te pido por favor que esto quede entre vos y yo. Mira que soy de perfil bajo y no quiero problemas ni que se refieran a mí como el marica ni nada de eso.

-Vos sos un boludo (tonto) salí de tu mundo de miedos que hoy en día es totalmente normal, Buenos Aires es gay friendly ¿no te has enterado? Bueno, no diré nada , es tu vida .

-Mi conversación con Carla fue por un momento muy sorpresiva pero pasaron los días y nos hicimos muy amigos, y ya me pasaba la Data de los que trabajaban en las oficinas y cosas de sus vidas, también En complicidad ella me mostraba a través de las cámaras de seguridad los hombres que trabajaban en las oficinas y hacíamos zoom para verlo más cerca mientras debatiamos Quién era el más guapo y quién tenía la cola más bonita o el paquete más grande. Eso era nuestra diversión de las tardes. Carla era tan mirona  y morbosa como yo y hasta teníamos gustos similares. Ella se volvió testigo y cómplice de mis sucios pensamientos y yo de los suyos. 

 una mañana Carla estaba en la entrada y salida de vehículos hablando con alguien en un coche, le hace señas e indica dónde estacionar e inmediatamente  apura sus pasos hacia la recepción .
-Juan, es Franco Müller, el sobrino del gerente, prepararle una tarjeta magnética para que pueda ingresar porque está llegando tarde a la reunión de auditoría.
- Dale Carla , no te preocupes que ya lo hago. 
Desde la puerta de blindex de cristal veo veo que el sr Franco baja del coche . Un joven de unos 27 años ,pelo Castaño bien corto,ojos avellana y una piel blanca de invierno que hacía contraste con su barba perfectamente recortada, labios gruesos y marcados. Con una voz grave potente se refiere a mi.
-Buenos días
- buenos días, señor, aquí tiene su tarjeta de ingreso.
 - qué  rápido muchas gracias …¿sos nuevo verdad?¿tu nombre? 
- asi es señor,  hace menos de una semana trabajo en recepción.  Mi nombre es Juan .
- un gusto Juan , gracias por su atención. 
- para eso estamos señor. 

Eso fue todo lo que pudimos hablar y se fue al sexto piso a la sala de reuniones, en la recepción quedó impregnada su perfume que asumí debía ser carísimo, la corta y fugaz mirada que nos dimos quedó grabada en mi mente y quede por un momento fascinado y perplejo. en las oficinas habían jóvenes hermosos  que te hacían volar la cabeza pero Franco Müller había causado una impresión muy grande en mi, no sólo por su belleza sino por su manera tan educada de hablarme y molestarse por saber mi nombre. Su cuerpo que a pesar de estar oculto bajo ese traje negro se evidenciaba a un hombre fuerte,masculino y deportista. En un principio Pensé en que jugaba fútbol debido a como tenía formado sus piernas pero también podría practicar cualquier otro deporte como trekking o lo que sea. Cada vez que yo lo veía mi miembro se ponía muy duro con sólo verlo.
Ver al joven Franco paso hacer rutina de todas las mañanas cuando llegaba a las oficinas y saludaba muy educadamente. De a ratos bajaba para fumar frente a la puerta de la recepción, un día en particular parecía muy nervioso como si algún problema lo estaba perturbando , veo como busca algo en sus bolsillos y regresa a recepción.

-Disculpa ¿ tenés fuego? Me quedé con ganas de fumar y parece que perdí ni encendedor.

En ese momento odie no fumar porque realmente con sólo dirigirse a mí ya era suficiente para que yo me pusiera cachondo Pues soy una persona muy visual e imaginativo. de repente recordé que Carla ,la chica de seguridad fumaba como si no hubiera un mañana.
-Lo  siento señor Müller , no fumo pero si me espera le consigo un encendedor.

-Sos un campeón,  te espero-  

me dijo de una manera muy coloquial, como que de repente cambias tu forma de hablar de formal a  informal y nunca lo había escuchado hablar así.  
Voy de prisa a la consola de guardia y le saqué El encendedor a Carla sin darle mayores explicaciones y regresé a la recepción donde él me estaba esperando con sus manos en los bolsillos al costado cómodamente sobre el escritorio, 
-Aqui tiene señor
-Muchas gracias.  Me re salvaste. Ah por cierto ,no me digas señor Müller, debemos tener más o menos la misma edad y me hace sentir viejo , Llámame Franco y deja las formalidades que yo no soy como mi tío que es gerente Jaja. Muchas veces me gustaría estar en tu lugar sentado antes que en la sala de reuniones con toda esa gente. 

Yo sólo sonreí tímidamente y asentí con la cabeza pues me pareció algo gracioso su comentario y la información que me estaba dando era más de lo que se suele dar a un empleado. Me quedé callado él me ponía nervioso porque me gustaba y me costaba mirarla a los ojos ya que su mirada era fija y penetrante que me producía todo tipo de sensaciones especialmente en mi entrepierna.  

Yo estaba concentrado haciendo llamadas y atendiendo a los proveedores cuando de repente Franco vuelve de la calle y me deja El encendedor sobre mi escritorio junto con unos alfajores y golosinas. No dijo nada porque yo estaba con gente pero me guiño el ojo haciéndome entender de que era un presente por hacerle el favor a lo cual de igual manera me pareció exagerado simplemente un encendedor pero no voy a negar que su actitud hizo de que esa tarde yo estuviera de muy buen humor porque sentí de que Franco tenía buena onda conmigo y me demostraba ser una buena persona no Como algunos que trabajaban en el edificio y ni  me saludaban. 

-Trae mi encendedor pajero(1) de mierda que me muero de ganas de fumar - dice Carla entrando a recepción meneando sus caderas y mirándome con una sonrisa ladina. 
-Toma yegua , gracias por el favor - 
 le digo lanzándose el encendedor el cual ella ágilmente lo atrapa en el aire.
-¿Que favor? Si casi  me arrancas una teta al sacarlo de mi bolsillo pelotudo (3) jaja . ¿ y esto? -

Dice carla  desconcertada al ver los alfajores y golosinas en el escritorio.
-nada, un presente de Franco , seguramente porque le conseguí el encendedor .
-!ah bueno¡ de repente el señorito Franco es muy considerado, a nosotros nunca nos da nada . Bueno venga con mamita la mitad de todo eso que al final fue todo gracias a mi.
  Y  se va de nuevo a su puesto feliz como una niña con sus dulces. En realidad a mí no me gustan los dulces Pero me interesaba el gesto y lo que para mí representaba esa confianza que Franco estaba mostrando Aunque yo sabía de que no significaba nada. Él sólo estaba siendo gentil. 

Carla tenía razón al llamarme a pajero , Pues realmente me mataba a pajas pensando en los trabajadores de las oficinas , siempre quería escenas y situaciones en donde yo me veía involucrado con ellos sexualmente pero era todo producto de mi imaginación que no podía parar. 
Los días viernes eran particularmente relajante ya que los trabajadores de las oficinas tenían permitido venir en ropa informal podían usar pantalones jeans o incluso ropa deportiva que dejaba más a la vista los contornos de sus cuerpos. Sus nalgas marcadas,los bultos insinuantes ,sugerentes y provocadores que dejaba  lugar a mi imaginación jugando en verlos en ropa interior. 

Una de las cosas que tanto Carla como yo hacíamos era sacar fotos disimuladamente de los hombres más guapos y nos las pasabamos. Había una feroz competencia de quién sacaba las mejores fotos de colas y paquetes y así se nos pasaba el día. Carla era una mujer liberal que no le importaba admitir que ella era tan puta  y gozaba del sexo como lo hacían los hombres. Me ponía muy caliente cuando ella me contaba sus historias sexuales y de cómo tenía relaciones con el chico de mantenimiento que era mucho más joven que ella y la llevaba al subsuelo y tenían sexo salvaje , me mostraba los videos que hacían juntos , yo lo veía a luis el de mantenimiento y no podía dejar de pensar de que yo lo conocía íntegramente gracias a Carla, me calentaba mucho cuando lo veía agachado arreglando cosas y podía ver el elástico de su ropa interior sobresaliendo de su  pantalón. Hasta me dabas de llevarlo al palier por unos segundos y darle la mamada de su vida. Con la cara de perverso sexual que tenía no habría dicho que no, hasta le hubiera encantado pero de nuevo eso solo pasaba en mi mente. Carla de alguna manera era igual que yo pero con la diferencia de que ella andaba con su vagina bien atendida pues hombres le sobraban. Nuestra amistad se volvió simbiótica y nos entendíamos con sólo mirarnos. 
 Y van pasando los meses y Franco me hablaba mucho más que antes. muchas veces nos encontrabamos charlando de política, fútbol, y cosas que realmente no me interesaba, yo solo disfrutaba  de esos momentos, pues, tenerlo cerca me agradaba mucho. Me encantaba su sonrisa amplia y su risa espontánea pero todo era siempre igual. Una vez me preguntó:

-Juan, ¿te gustan los caballos?
-claro, ,  me parecen muy bonitos pero en verdad me dan un poco de recelo, siento que me pueden morder o dar una patada dije siendo honesto ya que una vez una yegua de mi vecino en el campo me había dado una mordida que por suerte sólo fue un susto. 
-Tengo mi caballo de carrera, de llama chocolate. Este viernes  corre en el hipódromo de San Isidro me gustaría que lo conocieras. 
- puede ser pero este viernes yo trabajo y no podré  ir a ver esa carrera.
- ah es verdad. Bueno podes conocerlo en el establo y te mostraré que no te hará daño. 
Bueno, Franco ,un dia de esto me voy-
le dije como queriendo escapar de la situación.  Para ese entonces lo veia como tiempo perdido ya que lo había visto muchas veces con su novia lo cual ya me daba la pauta de que ella estaría pegada a él y  yo mirandolo a él todo nervioso. 

Pasaron las semanas y yo no volví a tocar el tema del caballo pues esperaba que se olvidara de ese asunto y parecía que asi  fue. 
Una tarde mientras yo salía del trabajo me iba caminando  hasta la estación de tren distraído escuchando música cuando veo un auto negro de alta gama frenar justo a mi lado el cual me asustó y me tomó de sorpresa, se bajaba la ventanilla y pude ver que era Franco Con su bella sonrisa que me hacía muy feliz. 

 ,- ¡feliz cumpleaños Juan!  Ven sube que te voy a mostrar mi caballo y vamos a festejar. 

-¿Cómo averiguaste que yo cumplía años hoy? Nadie lo sabía,  ni siquiera Carla.

-Sos un empleado de la empresa ¿no?  Pues el otro dia vi tus archivos y vi la fecha de nacimiento.  Casualidad nomas. Dale vamos a mi casa tomamos unas cervezas .
Subí al auto mirando hacia todos lados para ver si había algún conocido  de las oficinas. No me parecía muy normal que me vieran con el sobrino del gerente. En el auto Pude observar  muy de cerca sus piernas . Su cuerpo trabajado y sus manos grandes pero a la vez delicadas en el volante. No pasó mucho rato  que llegamos a su casa en un barrio privado. El de seguridad nos levantó la barra de pase y llegamos. 
Era una casa muy grande para él solo pensé. Entramos al living que tenía muchos cuadros y candelabros que colgaban con mucha clase. Nos sentamos y él  trajo cerveza. 
-¿No tenes algo más fuerte?- Le dije porque me di cuenta estabamos solos y me ponía algo tenso y necesitaba relajarme.
-tengo vodka si querés 
-Vodka, perfecto 
Mientras bebíamos Franco me hablaba de sus estudios y me contaba de que su familia estaba en Alemania y de acá  en Buenoss Aires no tenía muchos amigos. Él se sentaba en el sillón muy cómodamente con las piernas abiertas que lo movia nerviosamente  mientras hablaba. Nunca lo había visto nervioso porque él siempre imponía seguridad. Me contaba sobre su novia y de todos sus problemas y de repente ya me vi ahí como consejero y me sentí  un estúpido. "Éste me agarró de psicólogo" pensé. Realmente me molestaba hablar de su novia Pero tenía que disimular y hablarle como amigo. Traté de darle algunos consejos que ni yo sabía de dónde los inventaba.
¿Querés  una línea? Me dijo de repente y yo no sabía de lo que se trataba y él  se reía porque le parecía muy gracioso que no lo supiera pero de repente se sentó conmigo en un sillón de dos cuerpos y puso su brazo sobre mi hombro y me agradeció por haber aceptado su invitación, le brillaban los ojos y se acercó a mi ya sin disimulo y me dió un beso en el cuello muy suavemente y yo le quise decir algo y me dijo:
-Hace tiempo que quería que vinieras a casa. ¿no te diste cuenta?
Sus palabras me provocaron y suavemente me acerqué a su boca mientras nos mirabamos y mi mano recorria por encima de su ropa desde su pecho hasta bajar por su abdomen que al sacarle la camisa dejaba ver los vellos  suaves de su cuerpo. Me deje llevar y delicadamente puse mis manos por debajo de su pantalón y pude sentir su miembro palpitando. Nos besamos y mi verga estaba muy rígida y él lo acariciaba y tímidamente y con algo de dudas me lo empezó a chupar y luego lo hizo con más fuerza hasta que senti que le entraba por su garganta húmeda y cálida.  Yo estaba muy excitado.
-Vamos a mi cuarto- me dijo
Subimos unas escaleras y él  me tiró en su cama. 

-Vamos a jugar a  algo- me dijo.
Sacó de la parte de arriba del closet unas sogas y vendas  y me ató en la cama boca arriba.


-No te preocupes, es solo un juego, una fantasía
Yo no decía nada, de repente estaba con miedo de qué el no era quién parecía ser pero me dejé llevar.
Yo estaba desnudo en su cama atado y totalmente a su voluntad,  él me puso unas vendas en los ojos para que yo no viera y eso me puso aun mas caliente con mi verga dura y firme como un mástil.  Él me besa todo el cuerpo. todo mi cuerpo se estremece y siento un ligero escalofrio desde la nuca hasta las puntas de mis pies, siento como en un momento su ojete caliente se apodera de mi pene.. yo no podía ver pero sentir que yo estaba adentro de su cuerpo me ponía muy caliente.  Luego se salió de la cama y escuché ruidos en el placard más no podía ver lo que estaba haciendo. De repente se acerca y siento en mi cara su miembro caliente y su glande húmedo mojaba mi cara hasta qué pude tenerlo en mi boca.
 Él dominaba la situación y yo estaba loco de calentura.  Luego me dió vuelta boca para abajo y apoyó todo su cuerpo contra el mio pujando con fuerza su miembro caliente y duro en mi interior . Yo no podía más pero por Franco me aguanté todo. De repente de nuevo sale de la cama y escucho ruidos en el placard y vuelve a mi y me desata. Me mira con sus ojos avellana tan tiernos y esta vez nos fundimos de placer hasta que ambos nos corrimos.
Al instante pude volver a la  realidad de lo que había pasado. Lo mire y le dije:
-¿vamos a ver a chocolate? 
-¿chocolate? Ah verdad.  No te mentí chocolate está en el establo en San isidro.  Si querés vamos.
- se me hará tarde hoy. Pensé lo tenias en alguna parte acá en tu casa.
- no, acá no lo puedo tener . No tengo espacio. 
Al final Franco nunca me llevo a ver a chocolate lo cuál  no me preocupaba. Franco se convirtió en mi amante, parecía que yo era el único que se prestaba a sus juegos perversos. Cuándo se ponía borracho siempre venía a mi desesperado y mantuve ese secreto y no se lo conté  ni a Carla porque era algo muy fuerte y no quería riesgos con el trabajo. Ese tipo de encuentros no eran tan frecuentes pues el viajaba mucho al exterior. Teníamos una relación puramente sexual y nada más. Nos comunicabamos a través de mails pues él no quería arriesgarse a que yo tenga su número y me parecía bien. Su mail tenía  un pseudónimo el cuál usabamos al comunicarnos asi nunca habria huellas de lo que hacíamos en secreto. De todas maneras lo bello a veces dura poco. Pasó un tiempo y me enteré de que lo enviaron a Alemania a supervisar la empresa pero hasta la fecha no se nada de Franco. Le envié mails pero sale como no existente. Simplemente se fue y yo ya no trabajo para esa compañía asi que perdi total contacto con él  pero su recuerdo lo llevo Vivo y aún me toco pensando en él y recreando todos los momentos que hemos vivido juntos. Lo único que conservo de él es un boxer que se lo saqué sin que se diera cuenta y me lo pongo en ocasiones y me recuerda a él. 
Con respecto a mi amiga Carla no ha cambiado  nada. La fui a visitar hace menos de un mes y me abrazó y llenó de besos. Ella sigue su vida comiendo vergas clandestinamente y al menos cada semana hablamos por teléfono.  No me atreví a preguntar por el señor Franco Müller pero me moría de ganas.
continuará...

Cuestionario:
¿ Has experimentado una historia similar?
¿ Qué opinas de Carla y su rol en el relato? ¿ te parece bien que ella  sea tan resuelta y liberal con respecto al sexo? 
¿ Qué  crees que Franco buscaba en el closet cuando me puso una venda en los ojos y antes de sacarla lo volvió a guardar 
?
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