lunes, 19 de agosto de 2019

Gabriel, mi vecino.(relato)




Esta historia es ficticia y cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia.  Esta historia describe actos de intimidad física entre hombres adultos y adolescentes, algunos de los cuales están relacionados entre sí.  Si este contenido le resulta desagradable o ilegal para su consumo, deje de leer ahora.  Gracias a todos los lectores que continúan dándome retroalimentación y aliento.  Aprecio la pasión que muchos de ustedes sienten por esta historia.  Tus comentarios me motivan a seguir escribiendo.  ¡Gracias!



Este relato tuvo lugar en una pequeña zona rural de la provincia de Misiones, noreste Argentino


Era una tarde de primavera , se podía ver las plantas de azaleas  que estaban en plena floración , las orquídeas estaban también resplandecientes , en octubre Misiones se llena de color y el aroma de las flores  rodeadas de abejas y mariposas me daba una sensación de paz y conexión con la naturaleza única , yo caminaba por el campo junto a mis perros que estaban felices recorriendo las plantaciones de yerba mate de mi padre.

La caminata estaba entretenida y decidí ir a la casa de mis vecinos, la familia Rodríguez que vivían a dos kilómetros de mi casa por un camino de tierra colorada que hacía contraste con la vegetación. .
Ellos eran 12 hermanos.  6 varones y 6 mujeres. Siempre pasabamos mucho tiempo juntos y en verdad nos criamos juntos como si fuéramos hermanos, cuando íbamos de visita los niños teníamos que comer entre varias personas del mismo plato y la misma cuchara. Los Rodríguez eran humildes pero me enseñaron el valor de compartir y de ayudarnos unos a otros. 

Yo ya no era un niño. Tenía 16 años , delgado y algo tímido.  Media hora de caminar y había llegado. Ahí estaban los hijos de mis vecinos a punto de armar un picadito de fútbol , Gabriel, el mayor de los hermanos me vio y ya me hizo jugar como mediocampista y él como delantero lo que significaba que  yo tenía que pasarle la pelota para que el logre hacer goles. Siempre le gustaba esa posición porque al contrario que sus hermanos siempre le gustaba llamar la atención y liderar, Gabriel corría en la cancha y yo admiraba su destreza y él con 20 años tenía un cuerpo  muy desarrollado, su rostro masculino y mirada desafiante siempre me hacía bajar la mirada era un joven apuesto que todas las chicas gustaban de él y él lo sabía .

Luego de terminar de jugar todos estábamos muertos de calor y el señor Francisco, padre de Gabriel, nos dijo que vayamos todos los varones  a darnos un chapuzón en el Arroyo que estaba a unos 500 metros. El hecho de que el señor Francisco dijo "los varones" es porque acostumbrabamos a nadar completamente desnudos porque éramos hombres y entre machos no había que tener vergüenza y ahí no había lugar para las mujeres. Acostumbrabamos a empujarnos en el agua y jugar hasta cansarnos y así se fue haciendo de tardecita y el sol bajaba. Uno a uno los hermanos rodríguez regresaban a la casa y cuando menos me di cuenta solo Gabriel y yo estábamos en el agua. Yo lo veía muy grande y fuerte, él era más amigo de mi hermano mayor pues el estar a solas con él me  puso incómodo ya que yo no quería que él se diera cuenta de que yo lo miraba . Decidimos darnos una última zambullida para enjuagarnos y de repente siento que él me abraza por detrás muy fuerte y yo me reía nerviosamente aunque pude sentir su miembro viril entre mis piernas lo que me dejó perplejo. Él me miraba con esa sonrisa de que sabía de qué estábamos jugando con fuego pero yo me negué a seguir su juego y al intentar salir del agua él volvió a abrazarme y de nuevo sentí su pene muy duro y caliente entre mis nalgas y logré safarme de sus fuertes brazos y salí. 
-Gabriel, se está haciendo tarde y tengo que regresar a casa le dije.

-quedate un ratito más,  luego le pido la linterna a mi papá  y te acompaño. Me respondió 

Mi corazón latía muy fuerte, parte de mi quería quedarse y otra quería escapar . Todo me tomó por sorpresa y yo sólo quería irme.

- me voy, no quiero que mis padres me regañen de nuevo, vos deberías hacer lo mismo.

- no te preocupes por mi, yo hago lo que quiero,respondió

Su respuesta de chico rebelde no me sorprendió pero eso era algo que me gustaba de él. Era un chico explosivo y lleno de energía y por supuesto al igual que a mi las hormonas nos estaban cambiando y nuestros deseos se volvían menos controlables.

Camino de regreso a casa no podía dejar de pensar lo que había  pasado, no había dudas de que Gabriel había intentado algo conmigo pero yo tenía mucho miedo de que de alguna manera nuestras familias se enteren y eso me deprimia mucho. Yo seguía caminando haciendo un atajo por un sendero en una plantación de eucaliptos que desprendía ese aroma mentolado que me encantaba, en una mano llevaba una ramita y en la otra mi remera. Cuando llego a casa mi madre ,hecha una furia ,me envió a atender a los animales.  Al terminar con esos labores me di una ducha y luego de cenar me fui a mi cuarto, me doy cuenta de que la remera que había traído en la mano era la de Gabriel y no la mía. - en la semana se lo devuelvo, pensé. Ahí estaba yo acostado en mi cama pensando en Gabriel y tomé su remera y la puse sobre mi almohada, tenía su aroma a transpiración y también su perfume. Eso me produjo una erección instantánea y metí mi mano adentro de mi pantalón y al mismo tiempo olía su remera y me imaginaba qué él estaba ahí conmigo  y fue así que esa noche libere todas mis tensiones sexuales del dia y me dormí. 
La semana siguiente…
-toma acá está la remera limpia y planchada de Gabriel, anda a devolverlo pendejo y de paso dedile a Doña María que venga a tomar unos mates ,tengo algo que contarle. Dijo mi madre.

Fue así que siendo alrededor de las 5 de la tarde me fui caminando hasta la casa de los Rodríguez  con intención de jugar un partido de fútbol con ellos o tal vez ayudarles a recorrer las trampas que ponían para cazar perdices cosa que me gustaba bastante o ir a pescar. Con ellos todo era diversión y caza ya que  la comida era escasa .

A lo lejos como a unos 300 metros de la entrada del camino que llevaba a la flia Rodríguez podía ver una persona parada. Al llegar me di cuenta de que era Gabriel. Llevaba puesto unos zapatos. Una camisa tipo leñador y un pantalón marrón de hilo que le marcaba sus piernas de futbolista y por supuesto, hacía resaltar sus grandes atributos entre sus piernas. Estaba tan lindo y apuesto, puedo apostar qué él era el chico moreno mas bello de la zona.
Gabriel, ¿qué  haces así vestido? ¿Vas al pueblo? le dije.

-no ,no. Estoy acá nomás mirando un poco. responde con un tono serio.
- pero si lo único que podes ver acá son campos,montes o vacas ja ja. le respondí con una risa socarrona pero él no se rió y me puse serio.

- ¿jugamos un partidito de fútbol? Le dije para liberar la tensión porque su mirada me ponía nervioso y él estaba actuando de manera extraña.

-no , no tengo ganas de patear pelota hoy, estaba pensando en ir a ver que hay en la casa abandonada que está  en la chacra de tu primo. ¿te gustaría acompañarme? Me dijo

-claro,  vamos , le dije

En realidad yo no quería  ir pero parecía qué él lestaba muy interesado en recorrer esa casa así que no quise contrariarlo. Caminamos unos kilómetros y llegamos a un lugar boscosa,  muchos árboles, la casa estaba muy deteriorada como que hacía años nadie entraba ahí. No fue difícil romper la cerradura.
Una vez dentro de la casa pude sentir el olor a humedad muy fuerte.  El piso crujía y había muchas cajas con cosas inservibles y juguetes rotos, herramientas etc. De repente tanto Gabriel como yo estábamos muy entretenidos revisando las cosas. La casa tenía un pequeño altillo y decidimos subir, yo encontré libros, un globo terráqueo y cosas que me interesan reparar .
Mientras miraba unas cajas Gabriel estaba muy pegado a mi y en un momento me doy cuenta de qué mi trasero estaba rozando con su pene a través del pantalón y detras mio podía escuchar cómo su respiración se aceleraba, yo estaba viviendo la tensión sexual más fuerte de mi vida y me costaba  respirar de la calentura pero me quedé quieto porque sentía vergüenza, no lo podía mirar a los ojos, no me atrevía a ver hacia atrás, podía sentir su verga creciendo y dando latidos sobre mis nalgas y no sabía qué hacer. Gabriel me abrazó por detrás. 

-quédate quieto boludo,  no pasa nada vamos abajo. Me dijo.

Al bajar las escaleras podía sentir como mi corazón bombeaba sangre y podía escuchar mi propia respiración. Me acerque a una ventana a tomar aire y siento que gabriel está detrás mío parado tan cerca que lo único que nos unía era su bulto del pene palpitando sobre mi cola.  Yo ya no daba más, lo deseaba tanto pero sin mirar me bajé los pantalones para demostrarle que yo sería suyo por fin y que el momento había llegado . Metí mis manos hacía atrás y sin darme vuelta le abri muy despacio el cierre del pantalón. Aún recuerdo 
El ruido metálico del cinturón al desabrocharlo y el sonido del cierre al bajarse fue mágico para mi. Muy despacito Gabriel me apoyó entre mis nalgas su verga ya toda mojada de presemen lo que hacía muy fácil meterlo en mi agujero. Ambos estábamos locos de placer. El gemia y yo por primera vez lo tenía dentro mío y no podía creer lo que estaba pasando. Él por fin me abrazó fuertemente y me hizo suyo. Nos fundimos en placer y locura y me encantaba su perfume y so aroma a macho qué  emanaba su cuerpo. No se cuanto tiempo pasó pero estuvimos ahí dándonos placer en esa casa abandonada pero fue una experiencia maravillosa. Luego de todo fuimos a su casa como si nada. Jugamos fútbol con ellos y mis hermanos que ya estaban ahí.

Los años con Gabriel pasaron de la misma manera. Siempre encontrábamos la manera de estar juntos y una de esas era ir a cazar, lo gracioso es que rara vez obtuvimos una presa y nadie sospechaba nada… el año pasado luego de muchos años yo estaba en mi pueblo con mi hermana y me crucé con Gabriel y su esposa, me contó tiene 4 hijos, mientras me hablaba no me sacaba la vista de encima y estaba muy emocionado,  no ha perdido su encanto y está más bello que nunca. Nuestras miradas de complicidad decían todo. Hay cosas de las cuales no hace falta hablar porque las palabras sobran.

Todos los relatos e historias tienen copyright y o derechos de autor. 











8 comentarios:

  1. Pude sentir hasta las lágrimas cada sensación: la adrenalina, el deseo, los aromas, el acto sexual (muy animal),Y creo conocer cada una de ellaas, por eso la emoción. Y pensar que mucho de eso aún pasa.Muy buen relato.

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  2. Gracias por tus comentarios. Me ayudan a,seguir escribiendo. Soy la María Elena walsh gay jaja.

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  3. Excelente relato; el que incluyas naturaleza, olores, hábitos; así como sensacion de pudor y miedo le dan el plus a la historia. Se espera por más.

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  4. Me encantó..al leer es xomo que estoy adentro de la historia muy bueno.

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  5. Uauu excelente narración.. comparto los comentarios..

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